Perú: cronología de luchas proletarias

Perú: cronología de luchas proletarias

Desde hace ya varios años, el capitalismo busca insaciablemente integrar vastas zonas de la selva amazónica para la producción de petróleo, minerales, gas y madera. Con el aumento del valor de esas mercancías, esta búsqueda se ha vuelto más feroz, implacable y despiadada.
Ello implica: contaminación de los recursos naturales, desforestación,… destrucción de lo que se llama el pulmón del planeta, contaminación y desposesión de tierras y medios de subsistencia del proletariado en esas zonas,…  La catástrofe que esto conlleva para la misma existencia de nuestra Tierra, es claramente resentida por amplios sectores del proletariado que entran en lucha contra el capital, que se oponen a la catástrofe destructora de nuestra Tierra.
Un ejemplo de ello fueron los últimos enfrentamientos de clase en el Estado Peruano; enfrentamientos que abarcaron no solamente la región amazónica (selva peruana), sino también la sierra y la costa, el campo y la ciudad, los centros productivos, … y en los que los mismos protagonistas declaraban luchar por la vida.
Desde el 2008 los  numerosos paros, bloqueos de carreteras estratégicas, puertos fluviales  y actividades productivas petroleras y gasíferas,  manifestaciones y concentraciones  en numerosas ciudades,… se dieron contra la brutal y catastrófica desposesión de la Tierra que conllevaba los tratados firmados por el gobierno presidido por Alan García (líder del APRA,  Alianza Popular Revolucionaria Americana, partido miembro de la Internacional Socialista). Estos tratados disponían, principalmente,  toda una serie de dispositivos para ceder terrenos e intensificar la explotación de la minería en la sierra y la extracción de hidrocarburos en la selva. Así, 63 millones de hectáreas de la Amazonía Peruana debían ser atribuidas a grandes propietarios y la propiedad del agua entregada a grandes empresas como las empresas mineras. Según Alan García esas  "tierras ociosas porque el dueño no tiene formación ni recursos económicos, por tanto su propiedad es aparente"  tienen que ser explotadas "Hay millones de hectáreas para madera que están ociosas, otros millones de hectáreas que las comunidades y asociaciones no han cultivado ni cultivarán, además cientos de depósitos minerales que no se pueden trabajar y millones de hectáreas de mar a los que no entran jamás la maricultura y la producción. Los ríos que bajan a uno y otro lado de la cordillera son una fortuna que se va al mar sin producir energía eléctrica",

En abril del 2009 el movimiento da un salto cualitativo. Hartos de las diferentes delegaciones, que intentaban establecer un diálogo con el Presidente, y de los negociadores que buscaban una solución pacífica a los conflictos,   y con la clara conciencia que la lucha por la Tierra (da mucha alegria constatar la no separación que hacen los luchadores entre lo regional y la totalidad, entre “su” tierra y la Tierra y la Vida) solo se gana por el enfrentamiento de clase,  la acción directa, los proletarios en lucha rompen los atavismos de las negociaciones, delegaciones,..: se cortan y toman rutas, ductos de gas y petróleo, paros regionales, y otras luchas reaparecen esta vez con más decisión  y ruptura con sus falsos “amigos”.. La carretera Fernando Belaúnde (lugar estratégico de circulación de mercancías) fue bloqueada y más de 3600 proletarios toman el estrecho, vital para la circulación, de Curva del Diablo (que une la selva con la costa norte y se encuentra cerca de la localidad de Bagua, entre la provincia del mismo nombre y la de Utucubamba) se sitúan  estratégicamente en una zona difícil, muy bien organizados y dispuestos a no moverse hasta obtener avances concretos en la solución a sus demandas   Se organizan Comités de Lucha.

Propietarios industriales, exportadores, y capitalistas en general, desesperados por sus pérdidas de beneficio, exigen al gobierno “aplicar ley” para liberar carreteras y ductos en la Amazonia. Para la burguesía y su estado, era imprescindible desalojar y pacificar las regiones selváticas (que llevaban 57 días de enfrentamiento) de los departamentos de  Cusco, Loreto, San Martín y Ucayali, y evitar a todo precio la extensión del conflicto. Para ello había que atacar aquella zona en donde el conflicto se radicalizaba, aquella que era el corazón latiente de las luchas (la zona de Bagua, Jaen, … el noreste del Amazonas).

El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, el gobierno de Alán Garcia  desplegó diversos contingentes policiales para desalojar a los proletarios de la carretera Fernando Belaúnde Terry y tomar la estación petrolera 6 de PetroPerú. Así a las seis de la mañana del viernes 5 de junio la DINOES (Dirección Nacional de Operaciones Especiales) entra en acción: tres helicópteros MI-17 de la base de la Policía Nacional en El Milagro, sobrevolaron la Curva del Diablo, que estaba totalmente ocupada y paralizada desde hacía diez días. Lanzaron gases lacrimógenos (aunque otras versiones dicen que además dispararon metralletas) mientras que simultánea un grupo de agentes arremetió en tierra  disparando con sus fusiles AKM. Así comienza el desalojo de Curva del Diablo, en donde se producen enfrentamientos sangrientos. Según ciertos testigos del desalojo, “los indígenas se enfrentaron cuerpo a cuerpo con efectivos policiales logrando arrebatarles sus armas o hiriéndoles con machetes y lanzas”, sin embargo la masacre que  los perros guardianes del capital atestaron a los luchadores fue inestimable.
Las informaciones llegaron rápidamente a otros sectores del proletariado en lucha, el desalojo de la Curva del Diablo había producido el asesinato de sus hermanos de clase, y al llamado ‘¡Hay que matarlos como ellos mataron a nuestros hermanos!’ el proletariado en esa zona responde, desarmando a las fuerzas del orden que podían capturar, disparando y atacando con sus lanzas, flechas, y armas incautadas,….
En la estación 6 de la empresa petrolera PetroPerú, los luchadores tomaron como rehenes a un grupo de 38 policías  y a un ingeniero e intentan incendiar el oleoducto petrolero Cuando se confirman las masacres policiales, se da la orden de acabar con los efectivos policiales tomados como rehenes. 
En Bagua, nuestra clase ataca los locales de las instituciones estatales: se incendia el local del Partido Aprista Peruano, se toma el local de COFOPRI, la gobernación de Bagua, el local del PRONAA, establecimientos policiales,… Asimismo, los proletarios se organizan contra los desalojos, aumentan los saqueos,… y soldados (que hacían su servio en los cuarteles de la región) desertaron, aportando sus armas de fuego, para “ayudar a los suyos”.
“Los hermanos amazónicos se defendieron con lanzas y flechas; luego usaron las armas arrebatadas a los agresores. La ira hizo que tomaran una instalación petrolera en la que capturaron a un grupo de policías a quienes condujeron a la selva, ajusticiaron a algunos de ellos. La población mestiza urbana de Bagua indignada por la masacre asaltó el local del APRA, el partido de gobierno y oficinas públicas, quemando sus vehículos. La policía asesinó a varios pobladores, entre ellos niños. El gobierno decretó suspensión de garantías y toque de queda a partir de las 3 p.m” afirma un testigo.
Toda la región amazónica fue militarizada y se impuso la ley marcial.
Pese a la ley marcial, a los llamados de serenidad, de seguir la lucha pacífica,…  lo que se llamó “protesta irracional” (y que claramente lo era, pues negaba la racionalidad del estado, de su democracia, de sus leyes, de su ciudadanismo, de sus delegaciones, de sus negociaciones parlamentaristas,…),  no se apaciguó. Todo lo contrario, el movimiento, que comenzaba a tomar cariz insurrecionalista, se generalizó.
El bloqueo de carreteras continuó, como la paralización de puertos fluviales y oleoductos.
El 7 de junio se toma el aeropuerto de Trompeteros (Provincia Taten del Marañón, en la zona nororiental de Perú) y el Lote 8, en la zona selvática, cuya concesión está a cargo de la firma argentina Pluspetrol.
En Puno se intenta tomar la Gobernación de Puno y se paraliza un puerto fluvial.
El puerto fluvial de La Ramada, uno de los más importantes de la Amazonia, fue totalmente paralizado por la ocupación de proletarios.
También se reportaron marchas, bloqueos y plantones de edificios públicos en las localidades de Chimu de la vía Puno-Desaguadero, Ilave (también en la ruta binacional), Chejoña, Yanamayo, Juliaca, Melgar, Ayaviri, Sicuane y Huancané, todas en la zona altiplánica
Se decreta un paro nacional indefinido, se paralizan múltiples ciudades y centros productivos, y las movilizaciones contra la represión, contra la expropiación de las tierras amazónicas, y por el castigo y sanción del presidente, Alan García, fueron masivas.

Se decreta Jornada Nacional de Solidaridad para el jueves 11

En Lima, capital del Perú, se llama a una marcha de protesta. Pese a la presencia de casi 3 mil efectivos policiales, la participación de amplios sectores del proletariado fue masiva. Cabe subrayar la participación de un contingente de la Federación Nacional de Policías del Perú, que enarbolaba su rechazó a participar en la represión. Los manifestantes responden a esta ruptura de los soldados con la institución gritando “el pueblo uniformado también es explotado”.
La CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú), que también encabezaba dicha marcha, quiso imponerle los límites propios al orden capitalista, pero los manifestantes rompieron esas limitaciones y decidieron obedecer a sus propios objetivos de clase: llegar al Congreso y al Palacio de Gobierno. Y a los gritos de "la selva no se vende, la selva se defiende", se dirigieron a esos objetivos.
Como es propio a todos los servicios del orden del capital, es decir cuando los perros sindicales no pueden contener la lucha proletaria son los perros vestidos de uniforme que entran en acción, diferentes contingentes de la policía custodian los lugares claves que el proletariado pretende atacar. Así se producen diversos enfrentamientos verbales y físicos, las calles de la capital son ocupadas por varias horas, se ataca la sede del Ministerio Público, la manifestación logra alcanzar la plaza San Martín (uno de los centros urbanísticos claves, muy cercano a las instituciones centrales del Estado), la Plaza Francia, en donde organizan mítines para coordinara acciones (entre ellas el dirigirse hacia el Ministerio de Defensa y el local del partido Aprista)
En Arequipa, se bloquea la carretera Panamericana, en Puno se paralizó actividades productivas y se atacó la sede del partido Aprista.
En Tarapoto (San Martín), donde pese a las medidas represivas, el recorte de las garantías constitucionales, y la imposición del Estado de Emergencia y toque de queda, la manifestación de protesta fue multitudinaria y se bloquea la carretera de Yurimaguas.
En, Iquitos (Loreto), la paralización de las actividades productivas fue casi total y ningún negocio abrió sus puertas.
En Loreto y Pucallpa  se bloquean carreteras y puertos fluviales.
En el departamento de Loreto extremo nororiental, y Pucallpa, en el oriental Ucayali se bloquearon carreteras y  puertos fluviales.
Un acceso del río Tamaya fue ocupado, impidiendo así el paso de embarcaciones que navegan el rio Ucayali (entrecruzada estratégica).
En Piura, Chiclayo, Tarapoto, Pucallpa, Cusco, Moquegua y muchas otras ciudades se dieron manifestaciones que concentraron a miles de proletarios. En Cusco se paralizan sectores ligados a la actividad turística. El local de Aduanas del distrito de Sicuani, departamento del Cusco, fue incendiado y la carretera que conduce a la ciudad de Andahuaylas fue bloqueada..

A nivel internacional, también se dieron diversas acciones de protesta frente a las embajadas y consulados peruanos: Nueva York, los Ángeles, Madrid, Barcelona, Paris, Grecia, Montreal, Costa Rica, Bélgica,…
Desde el Uruguay, en una concentración frente a la embajada peruana, los manifestantes afirman. “No son sólo “400.000 indígenas” ­como Ud. ha dicho (se refieren a Alan García)- quienes están en esta lucha por la defensa de sus territorios y bienes naturales; millones de personas en el continente y en todo el mundo apoyamos su lucha y decimos con ellos: “¡La selva no se vende (ni la tierra, ni el agua): la selva se defiende”

Grupo Comunista Internacionalista (GCI)