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Informations sur les luttes de classe
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  • Ce blog contiendra diverses informations concernant les actuelles luttes de notre classe (le prolétariat) qui s'affronte à son ennemi historique (le capital). Nous appelons tout militant prolétarien à alimenter ce blog en envoyant ses informations...
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26 février 2010

Haití: ¡la única manera de superar los “desastres naturales” y la auténtica “solidaridad internacional”...

El 12 de enero del presente año, un fortísimo terremoto deja a Haití en ruinas: un total de cerca de 200 000 muertos, 250 000 heridos y 1 millón de damnificados (sin hogar). Acto seguido, se refuerza en forma apabullante la ocupación militar interna y extranjera (millares y millares de militares, principalmente de EE. UU. -14 000 efectivos-, Brasil y la ONU-MINUSTAH), y no deja de llover la “ayuda humanitaria” de múltiples gobiernos y ongs, así como la declarada intención de algunas grandes empresas de querer “reconstruir” ese país. Pero esto no ocurre en el vacío ni en vano. Desde hace varias décadas, Haití es el país más pobre (más del 80% de la población bajo el umbral de la pobreza), más “injusto” (3 % de los habitantes tiene el 90% de la riqueza), menos “democrático” (el gobierno autoritario y “corrupto” de Préval-Bellerive y su séquito militar de años en el poder), menos “soberano” (injerencia de EE. UU., Francia, la ONU y ahora Brasil) y uno de las más “violentos” del continente (estado de excepción casi permanente, ejército y policía oficiales activos, mafias, pandillas, etc.): se dice que es “África en América” y, prácticamente, el mismo “Infierno” en la Tierra. Sin embargo, en este momento también existen –y de manera cada vez más creciente e intensa, por la simple y cruda necesidad- comités de solidaridad y rescate en los barrios proletarios de Puerto Príncipe que no permiten que los ejércitos y las ongs metan allí sus garras, saqueos masivos a tiendas de abarrotes y a camiones de comida del gobierno, manifestaciones callejeras, violentos enfrentamientos con las fuerzas represivas, en fin: “revueltas del hambre”, revueltas proletarias. Todo este caótico conjunto de hechos nos permite concluir –como ya lo hiciesen los compañeros del Grupo de Lucha Proletaria (GLP) a propósito del terremoto en Ica-Perú, en septiembre del 2007-: 1) que este terremoto no fue un “desastre natural” ni un “castigo divino”, sino un producto del modo de producción capitalista que explota y destruye sistemáticamente al proletariado y a la naturaleza, a la vez que un síntoma de la crisis ecológica global y, por ende, una muestra más de la actual decadencia o barbarie capitalista total; 2) que la “ayuda”, la “reconstrucción” y la ocupación militar tienen un carácter mercantil y represivo: que no se paralice la economía, que la fuerza de trabajo no reviente tanto de hambre e intemperie para así seguirla explotando y oprimiendo, que las ongs “amansen” al proletariado, que la “reconstrucción” sea un negocio para las empresas allí metidas, y que la ocupación militar garantice la defensa del régimen actual, la hegemonía estadounidense sobre la región y, ante todo, la defensa de la propiedad privada, la mercancía y el estado; 3) que, frente a la dictadura capitalista de la mercancía y la ganancia, el proletariado impone la dictadura de sus necesidades y su ser comunitario, en este caso mediante los mil y un veces justificados saqueos y mediante los comités autónomos de solidaridad y rescate en los barrios (al calor de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo contra policías y militares), donde se demuestra una incipiente y salvaje autonomía proletaria así como también la superioridad del ser humano frente a la mercancía o la posibilidad de “ir en contra y más allá del capital”; 4) que, a pesar de las grandes dificultades de todo tipo a enfrentar, la única solución real o radical a esta infernal situación no es “más ayuda internacional” ni “nuevas elecciones” ni un “nuevo gobierno”, etc., sino una insurrección proletaria que abra el camino a una revolución social, pues los proletarios haitianos literalmente ya no tienen nada que perder más que sus cadenas y, en cambio, con la revolución, tienen todo que ganar; y, 5) que la auténtica “solidaridad internacional” con el proletariado de Haití no consiste en enviar donaciones de dinero y tropas militares (como piden y hacen los gobiernos y los medios de comunicación), ni tampoco en enviar víveres y medicinas, en exigir que salgan las tropas militares, que se cancele la deuda externa de ese país, que se sustituya el gobierno actual por un gobierno “democrático” o un “poder popular”, etc., (como hacen las diferentes izquierdas del capital: desde “antiimperialistas” y troskos, hasta ciertos “anarcos”), sino en boicotear y sabotear a las empresas, gobiernos y ongs que tienen puestas sus garras en Haití, y, sobre todo, en luchar internacionalmente y “puertas adentro” contra el único causante de tales catástrofes a nivel mundial: luchar en “nuestros propios países” contra el capitalismo para suprimirlo revolucionariamente e instaurar de una vez por todas la comunidad humana mundial sin explotadores ni explotados… Retomamos entonces las acertadas consignas del GLP: “¡¡¡No son los fenómenos naturales los enemigos de nuestra clase, sino el capitalismo asesino de la humanidad!!! ¡¡¡Abajo las hipócritas campañas caritativas por los damnificados!!! ¡¡¡La única y verdadera ayuda para nuestros hermanos de clase [en Haití] es luchar por destruir este sistema putrefacto!!! ¡¡¡Viva el comunismo y la anarquía!!!”

Comunistas Integrales

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